¡Mi gente del barrio!

Hoy es un día para escribir sobre las personas cercanas, esas con las que convives a menudo, pero a las que nunca les agradeces lo suficiente lo que significan en tu vida. No toca hablar de familia, aunque se puede decir que muchos han pasado a formar parte de ella, por el contacto continuado a lo largo de los años, por el maravilloso trato dispensado, porque se han preocupado de nuestras vidas como si fuésemos de su propia familia, en definitiva, por demostrar ser algo más que una persona al otro lado del mostrador.

Seguramente que en estos momentos me olvide de algunas personas y les pido perdón por ello, pero a quien no nombre, que no piense que no les considero importantes, si no que mi cabeza a veces tiene lagunas y se pierde en el limbo.

La mayoría son del barrio de mis padres, porque allí es donde he vivido casi todos los años que llevo en León, porque son con los que sigo tratando, a pesar de ya no vivir yo en el mismo, no por ganas, si no por falta de poderío económico y porque yo lo siento como el mío.

Voy a ir refiriéndome a ellos, poniendo fotos de los que se las he podido mangar por internet, lo cual espero que me perdonen, o de las que ellos me han dejado, confiando en mi. Me gustaría que todo el mundo les conociese por su increíble calidad humana. De los que nombro y no pongo foto, es que no tengo ninguna para poner, así que, no queda otra más que pasar a conocerles en persona.

Los primeros a los que quiero referirme son una familia de tres grandiosos corazones. Creo que no hay personas más hermosas de alma y de corazón. Bea, Luciano y María, mis chicos de Prada a Tope, en la calle Alfonso IX. Si hay personas que merecen el Cielo, son ellos tres. No se puede ser mejores personas. Gracias por estar siempre a nuestro lado, por tratarnos como de vuestra familia, pero no solo a nosotros, si no a todos los que tienen el enorme placer y orgullo de entrar en contacto con vosotros. Gracias por cuidar de todos en los buenos y en los malos momentos, por compartir penas y alegrías. Desde el segundo uno que nos conocimos, habeis sido todo amor.

Luciano-María-Bea

Prada a Tope

Los siguientes a los que me voy a referir son a Laura, Andrés y su hija, responsables de la frutería en la calle Modesto Lafuente y de la Tiendina del Barrio en la calle República Argentina. Gracias por estar siempre pendientes de todo y por el trato diario hacia mis padres.

Frutería Laura

La Tiendina del Barrio

El siguiente es Andrés de Copyamax en la calle Modesto Lafuente, discreto donde los haya, pero tremendamente eficiente. Gracias por estar siempre dispuesto a ayudar, por prepararme siempre mis trabajos cada vez que te los mando por correo o te los llevo y por tus consejos cuando tú no tienes lo que vamos buscando.

Pasamos a Luís, el floristero más dicharachero de todo el barrio, en la esquina de la calle Modesto Lafuente con República Argentina, con su floristería Luís Alsán. No hay día sin alegría estando con él. Su entusiasmo y su energía son contagiosos. Derrocha positividad por todos sus poros. Es un amor, todo corazón, sabe de todo, de plantas, de animales, de lo que haga falta y no solo lo sabe, si no que lo comparte con todo el mundo por el mero hecho de tratar con él, sin pedir nada a cambio. Gracias por ser la persona vitamina para todos los que tratamos contigo a diario.

Floristería Luís Alsán

Luís

Llegamos a Juanqui, nuestro informático favorito de CD Play en la calle República Argentina, que lo mismo te arregla un equipo informático, que te da unas clases, que te soluciona la papeleta de lo más variopinto del mundo de la tecnología. Otro angelito con un corazón de oro. Gracias por estar siempre pendiente de mami y de nosotras.

Juan Carlos (Juanqui para mi)

En la esquina de la calle República Argentina con la calle Villafranca tenemos el almacén de la familia Antoñanzas, junto con la tienda de la calle Burgo Nuevo y los múltiples almacenes de mercancía repartidos por la zona, lo más arraigado del comercio tradicional de León. Si allí no encuentras algo, es difícil que lo encuentres en algún otro sitio. Los hermanos que llevan el sistema de toda la vida de ventas, con su lápiz y papel, con estanterías y estanterías de mercancías en las que parece imposible que se sepa lo que hay, pero ellos lo saben. Son como Pepe preciosona de mi pueblo de Boñar, el mismo estilo y la misma categoría humana. Gracias por permitirnos conocer que si se quiere, se puede mantener un negocio de toda la vida, con mucho trabajo y esfuerzo.

Nos saltamos a la calle de al lado, a la calle Villafranca, a Fernando Arias peluqueros, donde las manos de Fernando y sus tijeras hacen verdaderas virguerías. Ese toque que te da él, no te lo da nadie. Allí están Fernando y Marvin, Yoly, Mariam, Esther y Noelia. Su peluquería es todo elegancia. Gracias por la magia que desprendeis haciendo que cada mes parezca otra persona al salir de estar con vosotros. Creo que necesitaría ir todas las semanas a veros para estar siempre tan bonita y para lograr relajarme como lo hago cada vez que voy; cualquier día vais a tener que despertarme. Como es la profesión de mami, para mi es un lugar sumamente especial en el que siento mucha paz. Siempre me ha relajado muchísimo el sonido de los secadores, creo que es porque cuando mi mami me tuvo en su barriguina aún ejercía de peluquera y me transmitió su esencia a través de ella. Es un lugar en el que me siento «en casa».

Fernando

Fernando, Esther, Noelia, Mariam, Marvin

Peluquería Fernando Arias (Una de las zonas)

Ahora nos vamos unas cuantas calles y nos acercamos a la calle San Agustín, porque allí están mis chicos de YEC Pilates, Rober, Laura, Fran y Sheila. Ya no solo es que sean auténticos profesionales, que lo son, si no que su calidad humana hace que todos los que vamos cada semana a que nos pongan a tono, nos sintamos como en nuestro hogar, como una gran familia. Gracias por cuidar tanto de mi mami, de mi hermana y de mi, creo que nunca os estaré lo suficientemente agradecida.

Rober y Laura

Rober

Otro salto más, ahora a la calle Álferez Provisional, donde se encuentra el Horno de las Canteronas y allí está Lisardo. Qué voy a decir de ti, si te conozco desde que nací y conozco a tu familia y a ti como si fuerais la mia. Es de las personas que se queda antes sin comer él, para dárselo a otros. Le falta tiempo para ayudar a los demás y para tratar de que a todo el mundo le vaya bien. Gracias Lisardo por ser como eres y por luchar cada día para que haya más personas como tú.

Lisardo

El Horno de las Canteronas

Ahora pegamos otro salto grande y nos vamos hasta Kira y Lua en la avenida de Nocedo, donde todas las personas que forman la tienda se desviven por las mascotas. Gracias por tratar tan bien a Elliot y por hacer que todos los animalines sean felices.

Kira y Lua

Nos vamos a la otra punta, a la calle Fray Luís de León, llegamos al Corte Inglés y allí están muchas personas con las que llevamos tratando desde que se abrió. De algunas no puedo dar nombres, porque mi cabecina tiene sus lagunas ya, pero hay algunas que son realmente especiales y a las que si quiero nombrar. Gracias a Juan de electrodomésticos. Gracias a Soco y a Gema de mascotas. Gracias a Rosa, de Carolina Herrera. Gracias a Merce y Mabel, de la zona de complementos para el hogar. Gracias a Cristina, de la zona de lencería, antes zona de zapatería. Gracias a Juan Luís, encargado de planta. Gracias a Pablo, de deportes. Gracias a Juan Carlos, Jose y Ramón, del Gourmet. Todos son increíbles, pero tengo que decir que hay tres a los que tengo un agradecimiento y cariño muy especial y son Juan, Soco y Rosa, gracias infinitas por todo el cariño, el afecto, el trato y la preocupación mostrada por mi familia en todos estos años.

Juan con la perrina de Soco

Soco con su perrina

El Corte Inglés de León

Y ya llega el salto más grande para irnos hasta la carretera León-Astorga, al concesionario de la Mercedes, donde se encuentran Jose Luís y Sergio de taller mecánico, Alejandro de carrocería, Llamas de industriales, Miguel ya jubilado y sobre todo Luís Miguel de la parte comercial. Gracias por cuidar de nuestros coches año a año, por el trato que nos dais cada vez que vamos, por estar tan pendientes y ser tan atentos. Gracias Luís Miguel por amenizar cada día y conseguir que la sonrisa no se vaya de la cara, por tus publicaciones en las redes, que nos hacen olvidar cada mañana que toca luchar por una nueva jornada.

Luís Miguel

Concesionario Mercedes en León

Creo que no me dejo a ninguno de los habituales, con los que trato a diario, semanalmente, mensualmente, anualmente, o sencillamente cuando me los encuentro, porque León es lo que tiene, que al ser tan pequeño, tenemos la suerte de encontrarnos con las personas a las que queremos más habitualmente.

En definitiva, lo que quiero hoy es dar las gracias a todas las personas que dentro de vuestro trabajo habeis hecho posible que quienes tratamos con vosotros nos sintamos como personas queridas y no os consideremos como “los empleados o dueños” de tal o cual sitio, si no los amigos a los que nos gusta encontrar, con los que nos apetece compartir nuestras vidas, a los que deseamos que os vaya todo lo mejor posible en la vida, a los que queremos seguir teniendo en las nuestras y por los que seguiremos acudiendo a vuestros establecimientos, porque nos habeis demostrado que como todo en la vida, un lugar no es el sitio al que vas por ser precisamente el que su nombre indica, si no por las personas que lo forman y allí trabajan.

¡Gracias por vuestras sonrisas, por vuestro cariño y afecto, por vuestra comprensión, por vuestra atención!

¡Gracias por ser un referente de vuestros negocios!

¡Gracias por dejar tan alta vuestra profesionalidad!

¡Gracias por ser bellísimas personas!

¡Gracias por formar parte de nuestras vidas!